30 minutos para un día especial.

04:30a.m. suena mi alarma, NO quiero despertar. Mi mente piensa: "ya, un ratito más y me levanto". Inconscientemente apago mi alarma y me duermo. 05:55a.m., mi mamá no duda en levantarme más temprano para poder un poquito más, no la culpo, se lo merece. Esta vez si me levanto y me cambio, una pasadita de peine, y mi mamá me sirve el desayuno. Panes a la francesa o algo así, y leche SIN lactosa. Gran error el de mi madre. Lo siento contaré que luego de tomar mi desayuno, todo fue devuelto. No podía más, mi estómago estaba vacío, mi garganta mal y mi cara llena de lágrimas. Para colmo, no me levanté a las 4:30 a.m. y por lo tanto, no había estudiado nada de nada (mi querida y leal compañera llamada flojera, jamás, repito: JAMÁS está ausente). Nunca estudió, lo admito. Nunca hago tareas, lo admito. Soy floja, lo admito, y muero por no serlo. En fin, el primer pensamiento que se me vino a la mente: "física". Pucha, la semana pasada no vino el profesor (enseña tan bien, que hace física tan fácil y me cae más que bien; aparte me deja comer en clase, wuju). A su reemplazo no le entendí ni jota. Aj, tendré que ir. "Ya mami, anda a dormir nomás, yo puedo sola. Me iré en taxi, pero ojo, regresó en el 1er recreo", eso le dije a mi mamá. Tomé un taxi, llegué tarde pero tenía excusa, mi mamá había hablado con mi tutora. Encontré a Belén López, a Jorge Ortega y a Mayra Pareja en tardanza, me senté al lado de ellos y conversamos para pasar el tiempo hasta que los tutores lleguen y nos digan a gritos lo irresponsables que somos por no llegar a la hora. Así es Pamer y así va a ser, y está bien por mí, ya que jamás llego tarde. "¿Yashika Aragón, se encuentra aquí?", mi tutora se asoma por la puerta y me hace una seña de "ven acá". Voy a la puerta de mi salón, entrego mi reporte (o más conocida por todo el mundo como "agenda") y mi carnet escolar. Entró al salón y espero a dar mi "Eva" (evaluación diaria) de Física, espero aprobar. Todo tranquilo, normal. Clases, clases, clases. Almuerzo, chau a todos, me voy a mi casa.

Mensajito a mi hermano, mensajito a Eliara, mensajito a Katherine Macchiavello. Siguiente parada después de mi casa: "Colegio Nuestra Señora del Rosario - San Borja". Se abre la puerta, el más lindo recibimiento: un abrazo de Eliara Mercedes Altamiza López, mi amor japónes. Luego, hola, hola, hola, hola: hola a todos. Una gritada a mi flaco (Alfredo Sadí Silva Cornejo), por cierto haciendo un paréntesis, dentro de minutos es su cumpleaños y espero que la pase más que genial, y aunque seguramente nisiquiera sabe que existe este blog, lo tengo presente aquí (es más, por eso es el título). Estaba hablando con Eliara y Kata, viene Alfredo y me carga, wow, qué ternura y idiotez (de la buena manera) de su parte. Camino con Brando y Eliara al paradero, vi mi celular y tenía mensajes de Luis Fernando Dávila Barrón, ese imbécil, lo quiero un montón, es más, creo que más tarde lo veré, espero que me alegre el día. Chau mi amor japonés, chau Brando.

Camino sola hacia la casa de Pamela Malca, mi chata. Esa cojuda es tan linda y en exceso jodida, la amo igual. 4:35p.m., chau Pamela. Por fin mi casa, tengo sueño, y estoy cansada. El mejor mejor mejor remedio: la cama de mi mami. Televisión: "La rosa de Guadalupe" (me gusta ese programa), bla, bla; Disney Channel, me detuve. Vi una película que me provocó tanta ternura, me encantó, y aunque la había visto antes, fué como si nunca la hubiera visto. "Si crees en algo, deberías luchar por ello", que sabio es Davis. Celular vibrando, era mi mamá, me llamaba para nuestra salida "Madre e hija", aw. La amo, a pesar de sus dolores de cabeza innecesarios. Primavera Park Plaza: Ripley, Topi Top, Bata, Platanitos, etc. Devorator, China Wook, Fasa, y luego Saxo's. Mi mamá no puede con su dolor de cabeza. "Ya mami, vamos a la casa nomás".

Casa, dulce hogar. Siguiente parada: mi acogedor dormitorio, mi no tan acogedora silla y mi tan necesaria computadora. Messenger, por fin supe algo de mi negra hermosa, de mi gorda y de la gay. Los demás, pasan de largo supongo. Mensaje, mensaje, mensaje. Y aquí estoy, ya estamos: Viernes, 21 de Agosto del 2009, cumpleaños de Alfredo Sadí Silva Cornejo y día en el que, después de tiempo, escribo algo bajo mi arcoiris.

Mi arcoiris, está en reparación, pero la sigue pasando y trata de que siempre bien. Decidi leer más, decidi estar en la computadora menos. Ah, y decidi disfrutar la vida, o por lo menos, no dejar que nada borre mi sonrisa. Llamaré al Luis Fernando, ya que, me da flojera contestar su mensajes. Besos, abrazos y suerte morada.